La verdad… ¿Es la verdad?


El rey había entrado en un estado de honda reflexión durante los últimos días. Estaba pensativo y ausente. Se hacía muchas preguntas, entre otras por qué los seres humanos no eran mejores. Sin poder resolver este último interrogante, pidió que trajeran a su presencia a un ermitaño que moraba en un bosque cercano y que llevaba años dedicado a la meditación, habiendo cobrado fama de sabio y ecuánime.
Sólo porque se lo exigieron, el eremita abandonó la inmensa paz del bosque.
–Señor, ¿qué deseas de mí? -preguntó ante el meditabundo monarca.
–He oído hablar mucho de ti -dijo el rey-. Sé que apenas hablas, que no gustas de honores ni placeres, que no haces diferencia entre un trozo de oro y uno de arcilla, pero todos dicen que eres un sabio.
–La gente dice, señor -repuso indiferente el ermitaño.
–A propósito de la gente quiero preguntarte -dijo el monarca-. ¿Cómo lograr que la gente sea mejor?
–Puedo decirte, señor -repuso el ermitaño-, que las leyes por sí mismas no bastan, en absoluto, para hacer mejor a la gente. El ser humano tiene que cultivar ciertas actitudes y practicar ciertos métodos para alcanzar la verdad de orden superior y la clara comprensión. Esa verdad de orden superior tiene, desde luego, muy poco que ver con la verdad ordinaria.
El rey se quedó dubitativo. Luego reaccionó para replicar:
–De lo que no hay duda, ermitaño, es de que yo, al menos, puedo lograr que la gente diga la verdad; al menos puedo conseguir que sean veraces.
El eremita sonrió levemente, pero nada dijo. Guardó un noble silencio.
El rey decidió establecer un patíbulo en el puente que servía de acceso a la ciudad. Un escuadrón a las órdenes de un capitán revisaba a todo aquel que entraba a la ciudad. Se hizo público lo siguiente: “Toda persona que quiera entrar en la ciudad será previamente interrogada. Si dice la verdad, podrá entrar. Si miente, será conducida al patíbulo y ahorcada”.
Amanecía. El ermitaño, tras meditar toda la noche, se puso en marcha hacia la ciudad. Su amado bosque quedaba a sus espaldas. Caminaba con lentitud. Avanzó hacia el puente. El capitán se interpuso en su camino y le preguntó:
–¿Adónde vas?
–Voy camino de la horca para que podáis ahorcarme -repuso sereno el eremita.
El capitán aseveró:
–No lo creo.
–Pues bien, capitán, si he mentido, ahórcame.
–Pero si te ahorcamos por haber mentido -repuso el capitán-, habremos convertido en cierto lo que has dicho y, en ese caso, no te habremos ahorcado por mentir, sino por decir la verdad.
–Así es -afirmó el ermitaño-.
Ahora usted sabe lo que es la verdad… ¡Su verdad!


El aferramiento a los puntos de vista es una traba mental y un fuerte obstáculo en el viaje interior.

Las Cuatro esposas


La leyenda nos relata que cierto rey poseía cuatro esposas. Su cuarta esposa era la que más amaba, adornándola con vestiduras ricas, también la consentía con las más finas delicadezas. Lo mejor era siempre para ella.

A su tercera esposa también la amaba y cuando visitaban los reinos vecinos, el soberano, aprovechaba para exhibirla. No obstante, que se fuese con otro siempre era su temor.

Amaba también a su esposa segunda. Esta siempre se mostraba bondadosa, muy paciente y considerada y además era su principal confidente. Ante cada situación en que el rey se encontraba en problemas, para ayudarse a salir de esos momentos difíciles, acudía a su segunda esposa. 

Una compañera muy leal, era la primera esposa del rey, habiendo realizado inmensas contribuciones para de esa manera mantener tanto el reino como las riquezas que poseía el rey. No obstante, el monarca no amaba a su esposa primera y aunque ella sí lo amaba intensamente, apenas este se fijaba en ella.

Cierto día el monarca se enfermó, dándose cuenta de que poco tiempo de vida le quedaba. Se puso a pensar sobre toda su vida de lujos y reflexionó: “En este momento poseo conmigo cuatro esposas, pero me encontraré solo cuando muera”. Ante tal pensamiento, se acercó a su cuarta esposa y le preguntó: “Siempre te he querido más que a mis otras esposas, te brindé las mejores vestiduras y con mucho esmero te he cuidado. Ahora que me estoy muriendo, ¿me seguirías y serías mi compañía en estas condiciones?” Lo siento, le respondió la cuarta esposa y sin decir más palabras se retiró del lugar. Ante tal respuesta el rey sintió que su corazón era como si le hubiese traspasado un filoso cuchillo. 

Muy triste el soberano fue y le consultó a su esposa tercera:”Siempre te quise, durante toda mi vida. Ahora que me estoy muriendo, ¿me seguirías y serías mi compañía en estas condiciones? Su tercera esposa le respondió con un ¡No!, argumentando que la vida es demasiado buena y que cuando él muriese ella se casaría nuevamente”
El monarca quedó perplejo ante la respuesta de su tercera esposa, tanto que su corazón se estremeció y se puso frío todo su cuerpo.

Luego, acercándose a su segunda esposa, volvió repetir la pregunta: “Cuando he necesitado de tu ayuda en diferentes momentos siempre te encontrabas en este lugar y solo para mi. En el momento en que yo muera, ¿me seguirías y serías mi compañía en estas condiciones?”. Su segunda esposa le contestó, ¡Esta vez no podré ayudarte! “Te pido disculpas pero lo más que yo podría hacer por ti sería enterrarte en tu tumba”. Al escuchar esta respuesta, el rey se sintió devastado completamente.

Pero de pronto escuchó a alguien que le decía: “Si tu quieres yo iré contigo y te acompañaré adonde tu quieras que vaya”. El monarca sorprendido, volteó la mirada hacia donde provenía esa voz y pudo observar que era de su esposa primera. Ella sufría de desnutrición y se encontraba muy delgada. Muy acongojado, el soberano comentó: “Tendría que haber prestado más atención en ti en todos aquellos instantes en que tenía la posibilidad de hacerlo…”

La verdad que en nuestra vida, la mayoría tenemos cuatro esposas.
Nuestro cuerpo sería la cuarta esposa que poseemos. Poca importancia tendrá el esfuerzo y el tiempo que invirtamos en hacer que se vea bien ante todos, porque cuando vayamos a morir este nos dejará.

Nuestras posesiones, riqueza y condición social vendrían a ser nuestra tercera esposa. En el momento en que nos llegue la muerte, todo eso irá a parar a otras personas.

Los amigos y nuestra familia son nuestra segunda esposa. Todo el apoyo que nos pueden haber brindado en la tierra no tiene importancia, acompañarnos hasta el funeral será lo que más podrán hacer.

Nuestro espíritu vendría a ser nuestra primera esposa, usualmente es ignorado en la búsqueda del poder, los placeres del ego y la fortuna. No obstante, es nuestro espíritu quien estará junto a nosotros en cualquier parte donde vayamos o nos encontremos.

Asamblea en la carpintería.


Dicen que en la ebanistería hubo una vez una extraña junta.
Fue una concentración de herramientas para armonizar sus discrepancias.
El Martillo fue designado Dirigente de Discusiones, pero la junta le manifestó que tenía que desistir: El fundamento, ¡hacía excesivo bullicio! Y se la pasaba el tiempo golpeando. El Martillo admitió la falta, sin embargo solicitó que además fuese eliminado El Tornillo, manifestó que había que suministrarle numerosas rotaciones para que sirviera de algo.
Tras el ataque El Tornillo admitió también, no obstante a su vez solicitó la expulsión del Papel de Lija. Hizo notar que era inmensamente rugosa en el trato y constantemente poseía roces con los demás.
También La Lija estuvo de conformidad, a condición de que fuera desalojado El Metro que constantemente se la pasaba midiendo a los otros mediante su medida, como si fuese el típico superior.
En ese instante ingresó el ebanista, se puso el guardapolvo e inició su actividad. Manejó El Martillo, El Papel de Lija, El Metro, y al Tornillo. Por último, la rústica madera originaria se convirtió en un hermoso guardarropa.
Cuando la ebanistería estuvo de nuevo solitaria, la junta restableció su discusión, fue en tal ocasión cuando tomó la voz el Serrucho y manifestó: Señores ha quedado aclarado que poseemos fallas, sin embargo el ebanista trabaja con nuestras cualidades.
Eso nos hace meritorios. A fin de que no cavilemos ya en nuestros lados malos y centralicémonos en los beneficios de nuestros lados buenos.
La junta halló por consiguiente que El Martillo era robusto, El Tornillo ensamblaba y ofrecía vigor, La Lija era exclusiva para afinar y suavizar asperezas y observaron que El Metro era exacto y preciso.
Se consideraron por consiguiente un conjunto apto de originar muebles de particularidad. Se consideraron orgullosos de sus fortificaciones y de hacer juntos.

Sucede lo idéntico con los seres humanos. Observen y lo evidenciarán.

Cuando en una compañía el personal busca a menudo fallas en los otros, la situación se torna tirante y negativa.
Por el contrario, al tratar con franqueza de aceptar los lados fuertes de los otros, es cuando prosperan los excelentes beneficios humanos.
Es cómodo hallar fallas, cualquier necio consigue hacerlo. No obstante hallar cualidades, eso es para los espíritus sobresalientes que son aptos de inspirar la mayoría de los triunfos humanos.

¿Por que gritan las personas?


Un dia Meher Baba preguntó a sus mandalies lo siguiente: ¿por qué las personas se gritan cuando estan enojadas?
Los hombres pensaron unos momentos:
porque perdemos la calma <dijo uno>, por eso gritamos.
Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? preguntó Meher Baba; ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿por qué gritas a una persona cuando estás enojado?. Los hombres dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas satisfacía a Meher Baba.
Finalmente él explicó:
Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán q gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.
Luego Meher Baba preguntó:
¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran?
Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente… ¿Por qué? Porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña. Meher Baba continuó: -Cuando se enamoran aún más ¿Qué sucede? No hablan, sólo susurran y se acercan mas en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo.
Así es ¡cuán cerca están dos personas cuando se aman!
Luego Meher Baba dijo:
Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, llegará un día en que la distancia sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso.

La amistad y los recuerdos



Dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron.
El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
“Hoy mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro”.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
“Hoy mi mejor amigo me salvó la vida”.
Intrigado, el amigo preguntó:
-¿Por qué, después que te lastimé, escribiste en la arena, y ahora escribes en una piedra?
Sonriendo, el otro amigo respondió:
-Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado, cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.

10 consejos para ser feliz



¿Cómo podría definir en términos positivos la felicidad?
Ese concepto, abstracto hasta la medula, es imposible de ser descrito directamente. Para hacerlo tengo que dar un rodeo por su sombra.Vaya entonces la definición: “Felicidad es estar cada día menos angustiado”.Para lo cual puedo intentar dar algunos consejos sin ser tachado de iluso.
1. Cuando dudes de actuar, siempre entre “hacer” y “no hacer” escoge hacer. Si te equivocas tendrás al menos la experiencia.
2. Escucha más a tu intuición que a tu razón. Las palabras forjan la realidad pero no la son.
3. Realiza algún sueño infantil. Por ejemplo: si querías jugar y te hicieron adulto antes de tiempo, ahorra unos 500 euros y ve a jugarlos a un casino hasta que los pierdas. Si ganas, sigue jugando. Si sigues ganando, aunque sean millones, sigue hasta que los pierdas. No se trata de ganar sino de jugar sin finalidad.
4. No hay alivio más grande que comenzar a ser lo que se es. Desde la infancia nos endilgan destinos ajenos. No estamos en el mundo para realizar los sueños de nuestros padres, sino los propios. Si eres cantante y no abogado como tu padre, abandona la carrera de leyes y graba tu disco.                      5. Hoy mismo deja de criticar tu cuerpo. Acéptalo tal cual es sin preocuparte de la mirada ajena. No te aman porque eres bella. Eres bella porque te aman.


6. Una vez por semana, enseña gratis a los otros lo poco o mucho que sabes. Lo que les das, te lo das. Lo que no les das, te lo quitas.
7. Busca todos los días en el diario una noticia positiva. Es difícil encontrarla. Pero, en medio de los acontecimientos nefastos, siempre, de manera casi imperceptible, hay una. Que se descubrió una nueva raza de pájaros; que los cometas transportan vida; que un nene cayo desde un quinto piso sin dañarse; que la hija de un presidente intento suicidarse en el océano y fue salvada por un obrero del cual se enamoro y se casaron; que los jóvenes poetas chilenos bombardearon con 300.000 poemas, desde un helicóptero, a La Moneda, donde murió Allende, etc.
8. Si tus padres abusaron de ti cuando pequeño/a, confróntate calmadamente con ellos, en un lugar neutro que no sea su territorio, desarrollando cuatro aspectos: ‘Esto es lo que me hicieron. Esto es lo que yo sentí. Esto es lo que por causa de aquello ahora sufro. Y esta es la reparación que pido’. El perdón sin reparación no sirve.
9. Aunque tengas una familia numerosa, otórgate un territorio personal donde nadie pueda entrar sin tu permiso.
10. Cesa de definirte: concédete todas las posibilidades de ser, cambia de caminos cuantas veces te sea necesario.
“Tu destino es las estrellas. No hagas un nido en la cama. Decide quebrar las anclas. Desaloja la escalera. No trasquiles, crea lana. Abre el ojo que no sueña. Pierde la carne y las venas. Deja desnuda a tu alma. Haz de tu nombre una hoguera y dile a tu cojo anda y dile a tu avaro ama "Coronate a ti mismo"

Tu debes y puedes ser feliz



…”Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia, cada hombre justo es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor, es un soldado menos….“ Cuando me marché de mi casa, niño aún, tenía siete años, mi madre me acompañó a la estación, y cuando subí al tren me dijo: Este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida y, el segundo, la libertad para vivirla.”…”Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo…Esto lo aprendí de mi madre, que fue la primera buena noticia que recibí.
Se llamaba Sara y la elegí como madre por la misma razón por la que Dios la eligió como hija. Nunca pudo ser inteligente porque cada vez que estaba por aprender algo, llegaba la felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón, es decir! se dedicó a vivir, y no le quedó tiempo para otra cosa. De mi madre también aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo le puedes decir basta a la mujer que ya no te gusta, al hombre que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste porque la vida es aquí y ahora mismo…
Nacemos para vivir, y la herramienta para vivir es el Amor, que nos lleva a comprender lo que nos rodea, y sólo en armonía es posible vivenciar, sentir la vida, que es difícil hasta que comprendes que hay una sola religión, el amor, un solo lenguaje, el del corazón, una sola raza, la Humanidad, un solo Dios, y está en todas partes….

Anciano



Anciano es quien tiene mucha edad; viejo el que perdió la jovialidad.La edad causa degeneración de las células; la vejez degeneración del espíritu.Usted es anciano, cuando se pregunta si vale la pena; usted es viejo cuando sin pensar, responde que no.Usted es anciano cuando sueña, usted es viejo cuando apenas duerme.Usted es anciano cuando todavía aprende; usted es viejo cuando ya no enseña.Usted es anciano cuando se ejercita; usted es viejo cuando solamente descansa.Usted es anciano cuando todavía siente amor; usted es viejo cuando solamente siente celos.Usted es anciano cuando el día de hoy es el primero del resto de su vida; usted es viejo cuando todos los días parecen ser el último de su larga vida.Usted es anciano cuando su calendario tiene “mañanas”; usted es viejo cuando solamente tiene “ayeres”.El anciano se renueva cada día que termina, porque mientras el anciano tiene sus ojos puestos en el horizonte, por donde el sol despunta e ilumina la esperanza, el viejo tiene su miopía mirando hacia las sombras del pasado.El anciano tiene planes; el viejo tiene nostalgias.El anciano lucha lo que le resta de vida; el viejo sufre lo que le falta hasta la muerte.
El anciano lleva una vida activa, llena de proyectos y plena de esperanzas.
Para él el tiempo pasa más rápido, y la vejez nunca llega. Para el viejo, sus horas se arrastran, destruidas de todo sentido.Las arrugas del anciano son más bonitas, porque fueron marcadas por la sonrisa; las arrugas del viejo son feas, porque fueron marcadas por la amargura.En definitiva, el anciano y el viejo pueden tener la misma edad en el calendario, pero edades diferentes en el corazón.
Que usted, anciano, viva una larga vida, pero nunca se ponga viejo.
PUEDES SER JOVEN Y SIN EMBARGO ESTAR VIEJO!!!

Fabula del caballo y el cerdito




Un rico hacendado coleccionaba caballos y sólo le faltaba uno de determinada raza.
Un día se dio cuenta que su vecino tenía éste determinado caballo, así que trató día tras día de convencerlo de que se lo vendiera hasta que por fin lo consiguió.
Un mes después que hiciera la compra el caballo enfermó y llamó al veterinario quien le dijo “su caballo tiene un virus y es necesario que tome este medicamento por tres días consecutivos, luego de ese tiempo veremos si ha mejorado, si no lo ha hecho entonces no queda mas remedio que sacrificarlo”. Un cerdito escuchaba la conversación.
Al día siguiente después que el veterinario le dio el medicamento al caballo y se fue, el cerdito se acercó a el y le dijo “¡fuerza amigo! ¡levántate de ahí sino vas a ser sacrificado!”.
Al otro día luego que el veterinario le dio el medicamento al caballo y se fue, el cerdito nuevamente se acercó a éste y le dijo “¡vamos mi gran amigo! ¡levántate sino vas a morir!, ¡vamos, anímate, yo te ayudo!”.
Al tercer día el caballo recibió su medicamento y el veterinario al no ver gran mejoría en él le dijo al hacendado “probablemente vamos a tener que sacrificarlo mañana porque puede contagiarle el virus a los demás caballos”.
Cuando los dos hombres se fueron el cerdito se acercó al caballo y le dijo “¡vamos amigo es ahora ó nunca! ya no queda más tiempo ¡ánimo! ¡fuerza! yo te ayudo… vamos…uno, dos, tres…despacio…ya casi…eso es…eso es… ahora corre despacio… mas rápido… fantástico… ¡lo lograste amigo! ¡corre! ¡corre! ¡venciste campeón! ¡¡¡Bravoooo!!!
En eso regresa el hacendado dispuesto a sacrificar al caballo y lo ve corriendo y dice “¡milagro, milagro…! el caballo mejoró… ¡hay que hacer una fiesta!… ¡vamos a matar a este cerdito para festejarlo!
Moraleja: Es bueno ayudar a los demás… mientras no se arriegue el pellejo…

El pavo real y la grulla



Un pavo real convidó a una grulla a un festín suculento. Durante el banquete se puso a discutir con los comensales acerca de cuál de los dos poseía mejores dones personales.Abriendo el pavo real su cola, decía que aquel abanico de finísimas plumas no tenía en el mundo otra cosa que le igualara en perfección y hermosura.- Ciertamente – respondió la grulla -, confieso que eres más hermoso que yo, pero si tus plumas son más vistosas que las mías, en cambio no te sirven para volar.
- Yo, con mis alas – prosiguió la grulla -. Puedo elevarme hasta las nubes, contemplando bajo mis pies todas las maravillas de la tierra.
Moraleja:
Nadie tenga en menos a su vecino,
que Dios a cada uno da su cualidad.

El amor y el tiempo




Había una vez una isla muy linda y de naturaleza indescriptible, en la que vivían todos los sentimientos y valores del hombre; El Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría… como también, todos los demás, incluso el AMOR.
Un día se anunció a los sentimientos que la isla estaba por hundirse.
Entonces todos prepararon sus barcos y partieron. Únicamente el AMOR quedó esperando solo, pacientemente, hasta el último momento.
Cuando la isla estuvo a punto de hundirse, el AMOR decidió pedir ayuda.
La riqueza pasó cerca del AMOR en una barca lujosísima y el AMOR le dijo: “Riqueza… ¿me puedes llevar contigo?” – No puedo porque tengo mucho oro y plata dentro de mi barca y no hay lugar para ti, lo siento, AMOR…
Entonces el Amor decidió pedirle al Orgullo que estaba pasando en una magnifica barca. “Orgullo te ruego… ¿puedes llevarme contigo?
No puedo llevarte AMOR… respondió el Orgullo: – Aquí todo es perfecto, podrías arruinar mi barca y ¿Cómo quedaría mi reputación?
Entonces el AMOR dijo a la Tristeza que se estaba acercando: “Tristeza te lo pido, déjame ir contigo”. – No AMOR… respondió la Tristeza. – Estoy tan triste que necesito estar sola.
Luego el Buen Humor pasó frente al AMOR, pero estaba tan contento que no sintió que lo estaban llamando.
De repente una voz dijo: “Ven AMOR te llevo conmigo”. El AMOR miró a ver quien le hablaba y vio a un viejo.
El AMOR se sintió tan contento y lleno de gozo que se olvidó de preguntar el nombre del viejo.
Cuando llegó a tierra firme, el viejo se fue. El AMOR se dio cuenta de cuanto le debía y le pregunto al Saber: “Saber, ¿puedes decirme quien era este que me ayudo?”.
-”Ha sido el Tiempo”, respondió el Saber, con voz serena.
-¿El Tiempo?… se preguntó el AMOR, ¿Por qué será que el tiempo me ha ayudado?
Porque solo el Tiempo es capaz de comprender cuan importante es el AMOR en la vida.

El águila y el escarabajo




Estaba una liebre siendo perseguida por un águila, y viéndose perdida pidió ayuda a un escarabajo, suplicándole que le salvara.
Le pidió el escarabajo al águila que perdonara a su amiga. Pero el águila, despreciando la insignificancia del escarabajo, devoró a la liebre en su presencia.
Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los lugares donde el águila ponía sus huevos, y haciéndolos rodar, los tiraba a tierra. Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera que fuera, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para depositar sus futuros pequeñuelos.
Le ofreció Zeus colocarlos en su regazo, pero el escarabajo, viendo la táctica escapatoria, hizo una bolita de barro, voló y la dejó caer sobre el regazo de Zeus. Se levantó entonces Zeus para sacudirse aquella suciedad, y tiró por tierra los huevos sin darse cuenta. Por eso desde entonces, las águilas no ponen huevos en la época en que salen a volar los escarabajos.
Moraleja: Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte.

La Rosa y Juan

Juan se sentía solo, volvía a su departamento, y el silencio era el único que lo esperaba. Juan estaba triste, Juan estaba solo, muy solo. Y Juan tuvo una brillante idea:- Compañía, eso lo que necesito, compañía. Y alegre se puso a pensar que tipo de compañía.
De chico le habían dicho que lo ideal para compañía era una rosa. También le habían advertido que las rosas tenían espinas y que si uno no era cuidadoso, en vez de disfrutar el placer de mirarlas, tocarlas y oler el perfume que emitían, podían terminar lamentándose todo el día de que la rosa era mala, que cada vez que uno se acercaba lo pinchaba a propósito con sus espinas, y otras tantas advertencias del mismo género.
Pero para Juan el riesgo valía la pena. Quería una rosa y salió a buscarla. Y cuando uno busca mucho siempre encuentra lo que busca.Así Juan salió decidido a la calle y, oh casualidad, a la vuelta de la oficina donde trabajaba la vio, estaba ahí delante de sus ojos, como había estado ella durante meses esperándolo y mirándolo cada vez que él pasaba, pero nunca se habían cruzado miradas. Pero esta vez Juan estaba decidido a ser feliz y se acerco directamente a ella, tan directamente que la hizo temblar.Juan la miró, y quedó totalmente embriagado y envuelto por su perfume. Juan estaba enamorado. Luego de un rato de pleno éxtasis Juan se decidió. Dio media vuelta y encaró al padre de la dama.- ¿Cuánto cuesta?, preguntó con voz firme.- Veinte pesos, contestó el Vendedor de Flores, sorprendido por la pregunta tan imprevista, pues ni siquiera le había dicho buen día, y agregó ya recompuesto.- Con diez pesos más se lleva esta maceta hermosa, señalando una roja de cerámica.
A los pocos minutos Juan salía feliz del negocio con María, pues así le había puesto de nombre a la rosa. María salió alegre a la calle, en los brazos de Juan y vestida con su hermoso vestido de maceta roja.
Juan llegó a su casa, puso a María en el mejor lugar, donde podía recibir la luz de la mañana, luego guardó el comprobante de compra de la rosa y finalmente se sentó a su lado. El resto de la tarde se deleitó mirándola y sintiéndola.Los primeros días fueron realmente una “Luna de Miel”.A la noche Juan se llevaba a María al dormitorio para tenerla al alcance de su mano.La luna de miel entre ellos duró poco.
Una noche Juan entre sueños acercó su mano para acariciar a María y de pronto el dolor intenso y una gota de sangre salió de su dedo índice. María, con sus espinas lo había lastimado. Juan sintió que el dolor pasaba pero volvieron a su mente las advertencias: cuidado con las rosas, cuando tu quieres brindarles amor ellas te lastiman intencionalmente con sus espinas.
Al día siguiente Juan se olvidó de ponerle agua en la maceta a la Rosa, también se olvidó de ponerla al sol, y así hizo los siguientes tres días.Fue el sábado que Juan al entrar al dormitorio la vio.María estaba triste, sus pétalos que antes eran hermosos, estaban caídos sobre la mesita de luz.Su tierra reseca.Juan sorprendido por la actitud de María, buscó la factura de compra, pues tenía anotado en teléfono del negocio de plantas y llamó para reclamar.- ¿Qué problema tiene con la planta que le vendí? preguntó el vendedor.-¿Qué no la riega, ni la pone al sol desde hace tres días? preguntó el vendedor indignado.Juan cortó, medio disculpándose por su ignorancia y se puso a regar a la rosa, pero no podía evitar recordar con bronca lo que ella le había hecho: lo había lastimado cuando el se acercó, y seguramente lo había hecho con intención.Y comenzó a regarla hasta inundarla de agua, mientras pensaba…- Voy a inundarla bien, así no la riego por siete días.- Voy a dejarla al sol así no necesito moverla.Y luego Juan se fue a hacer otras cosas, sus cosas, las que eran realmente importantes para él.
Y María siguió perdiendo pétalos. Ya no emitía ningún perfume, ya no sentía la energía y la palabra de Juan, y María se dejaba morir.
Pasaron otros tres días y Juan fue a un cine solo. Durante la película vio una escena que lo conmovió, y de pronto apareció la imagen de María ante sus ojos con sus pétalos caídos. Juan sintió en el fondo de su ser que María se moría de pena, y se dio cuenta que la amaba, que extrañaba sus formas, su tersura, su perfume, y Juan salió a las corridas del cine y volvió a su casa.
Encontró a María desfalleciente, la tomó entre sus brazos, le sacó el agua en exceso de la maceta, y le habló del amor que le tenía, durante toda la noche. A la mañana la puso al sol, le agregó un poco de fertilizante, y así la cuidó en su convalecencia que duró casi un mes.
Al mes María estaba radiante y enamorada como siempre.Y ese día Juan tomó el comprobante de compra y rompiéndolo en mil pedacitos le dijo a María- Alguna vez creí, equivocadamente, que porque te había comprado y puesto el comprobante de compra bajo la maceta podía decirte – ” soy tu dueño, y no te riego”.- Hoy me doy cuenta que nuestra relación se sustenta en cambio en el amor diario que nos podamos dar, en que yo te riegue todos los días con mi amor, mientras tu me llenas con tu hermoso perfume, tu tersura, tu compañía y y tu hermoso perfume.Que todos los cuidados que yo te haya dispensado en el pasado, vivirán siempre como un maravilloso recuerdo, pero que no son suficientes para el día de hoy.Y que a partir del día de hoy, para poder disfrutar te te seguiré regando día tras día.
Y además tendré presente que si me encuentro con tus espinas puede ser, que parte de la culpa sea mía por no saber acercarme a ti.

La mirada femenina en el espejo



A los 2 años se mira al espejo y se ve una reina
A los 7 años se mira y se ve como Cenicienta o como la Bella Durmiente
A los 14 años se mira cómo se está haciendo “señorita” se ve gorda, con puntitos negros y horrible. “No puedo salir con esta facha”
A los 20 años se mira y se ve muy gorda, muy flaca, muy baja, muy alta, muy crespa, muy lacia… Pero decide salir de todas maneras.
A los 30 años se mira y se ve muy gorda, muy flaca, muy baja, muy alta, muy crespa, muy lacia… Pero decide que no tiene tiempo para solucionarlo y sale de todas formas.
A los 40 años se mira y se ve muy gorda, muy flaca, muy baja, muy alta, muy crespa, muy lacia… Pero dice “estoy viva” …y sale de todos modos
A los 50 años se mira y dice: “por fin soy yo”. Sale y va donde quiere y le parece mejor.
A los 60 años se mira y se acuerda de todas las personas que ni siquiera se pueden ver más en el espejo… Sale y conquista el mundo.
A los 70 años se mira y ve sabiduría, alegría y habilidad… Sale y aprovecha la vida lo mejor que puede.
A los 80 ni se preocupa por mirarse al espejo. Simplemente se pone un sombrero rojo y sale al mundo a divertirse.
No les parece que debemos ponernos el sombrero un poco antes? Quizás debamos estar menos pendientes de la apariencia y abrir más el corazón. Quizás debemos disfrutar más de cada instante y compartir el tiempo con los que amamos.

Mujeres Maduras e Inmaduras



Las mujeres inmaduras quieren controlar al hombre en sus vidas.
Las mujeres maduras, saben que si el hombre es realmente suyo, no hay necesidad de control.
Las mujeres inmaduras te gritan porque no las llamas.
Las mujeres maduras están demasiado ocupadas y solo se limitan a decirles con poemas y mensajes dulces que la recuerdes.
Las mujeres inmaduras monopolizan el tiempo de su hombre.
Las mujeres maduras se dan cuenta de que un poco de espacio, hace del tiempo juntos algo mas especial.
Las mujeres inmaduras no perdonan y se castigan y castigan por el rencor.
Las mujeres maduras perdonan, ofrecen su hombro y un pañuelo.
Las mujeres inmaduras tienen miedo de estar solas.
Las mujeres maduras lo utilizan como tiempo para su crecimiento personal.
Las mujeres inmaduras ignoran a los buenos hombres.
Las mujeres maduras ignoran a los malos.
Las mujeres inmaduras lastimadas por un hombre, hacen que todos los hombres paguen por eso.
Las mujeres maduras saben que fue sólo un hombre y nada màs.
Las mujeres inmaduras se enamoran y persiguen sin descanso.
Las mujeres maduras saben que algunas veces el que tu amas, te amará y si no continúan su camino sin rencor.
Las mujeres inmaduras te hacen que vuelvas a casa.
Las mujeres maduras hacen que quieras siempre volver a casa.
Las mujeres inmaduras dejan su agenda abierta y esperan a que su hombre hable para hacer planes.
Las mujeres maduras hacen sus planes y cariñosamente notifican a los hombres para que ellos se integren como mejor les convenga.